Acepto.

La foto de la Agencia AP es categórica: el edificio del Parlamento inglés, conocido con 'Big Ben', hecho soporte para una proyección gigante. Gigante su significado, además de su escala.

La visibilidad explotada por un contraste marcado, el blanco asociado a lo virginal, el "I do" (Acepto) en una palo seco austera e imponente. Ambos muñecos, masculinos ellos, armando una pareja homosexual por primera vez legal en el Reino Unido (Irlanda, Escocia, Inglaterra y Gales).

Proyectar una imagen de estas características en algún punto de Londres ya habría sido un hito de notable difusión. Hacerlo en el Parlamento debe rozar lo casi revolucionario para la mentada 'flema' inglesa.

El sitio web autor o propulsor de la audacia (que debe haber contado con todas las autorizaciones del caso, claro) no deja su sitio librado al azar, apela a un recuadro que compensa lo que cedió en tamaño.

Aquí el diseño explora más que la resolución formal de la pieza proyectada, la cual sin duda, técnicamente necesitó de mucho cuidado, el dónde, el cómo, el cuándo, el qué.

Los gays* adquirieron lo que siglos les habían negado: poder contraer los mismos derechos y obligaciones que los matrimonios heterosexuales. Algo así como la "unión civil" propulsada hace poco aquí en Buenos Aires, lo más cerca al matrimonio que nuestra cultura occidental y católica puede otorgar hoy en día.

Mucho vale, entonces, el recurso utilizado.


* La imagen elegida por el diseñador omite una parte; parecieran ser sólo los hombres los beneficiados con la medida aunque no es así. Hasta aquí llega el machismo.

La desición puede deberse al espacio disponible, la imposibilidad de proyectar una animación que permita la inclusión de una pareja de mujeres o bien, a que el diseñador que armó la placa es hombre o bien, heterosexual. Más allá de eso, asumo que lo gay se asocia más a lo masculino que a lo femenino. Una mujer "no es" gay, "es" lesbiana. En el sitio
www.gay.com el protagonismo es netamente masculino.

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